Un caso de mordedura de una taya equis

Autor: Leyva Pereira Lisandro

Fragmento

En la madrugada del 25 de Abril fui llamado á prestarle los servicios profesionales á Moisés Uquira quien el día anterior por la tarde había sufrido la mordedura de una taya equis. El animal, que fue muerto, pocos momentos después de haber ocasionado la herida, medía 140 centímetros de longitud. Al momento que recibió la herida, sintió el enfermo un dolor agudísimo en el punto de la inoculación, el cual en breves instantes se extendió á todo el miembro. La herida fue hecha en la parte superior y externa de la pierna derecha. Inmediatamente el compañero tuvo la feliz idea de evitar la circulación de vuelta, colocando un lío circular en la parte media del muslo y comprimiendo bastante. Cuando el amigo terminaba la operación, yá Moisés había perdido totalmente el conocimiento y era presa de ligeras convulsiones; pocos momentos después aparecieron vómitos que, biliosos al principio, se hicieron sanguinolentos en seguida; las conjuntivas se inyectaron, lágrimas mezcladas con sangre salían por el ángulo interno de la hendedura parpebral. Como medicación dieronle al enfermo una cierta cantidad de aguardiente.

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2009-06-16   |   1,677 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 18 Núm.2. Abril-Junio 2009 Pags. 126-128. Repert med cir 2009; 18(2)