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El dengue se ha convertido en la principal enfermedad viral transmitida por vector a nivel mundial, particularmente por el Aedes aegypti (L), mosquito de actividad predominantemente urbana cuyo estudio de distribución, en las ciudades, es importante para identificar la variabilidad del riesgo de transmisión de la enfermedad. Tradicionalmente una de las principales estrategias para el control del Ae. Aegypti ha sido el uso intensivo de insecticidas para la eliminación del mosquito adulto se han utilizado, con más frecuencia, los insecticidas organofosforados y piretroides, (Pereira, et al, 2006), además de medidas en la que se involucra a la población, como el programa denominado “patio limpio”. Las ovitrampas han sido utilizadas desde 1965 en la vigilancia del Ae. Aegypti, como un instrumento que permite determinar la distribución del mosquito, medir la fluctuación estacional de insecticidas. También se utilizan como una estrategia de muestreo presencia-ausencia, lo cual permite una estimulación de la densidad mediante la proporción de muestras positivas. Las ventajas del uso de ovitrampas, en la vigilancia entomológica del vector causante del dengue, radica en su buena sensibilidad (detectan el vector en baja densidad y practicidad) en un área urbana (Villaseca, et al, 2001), siendo un método sensible y económico.

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2009-06-15   |   4,098 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 2 Núm.7. Abril 2009 Pags. 18-20 Rev Sal Quintana Roo 2009; 2(7)