Autores: Martínez Prieto Marcela, Flores de la Torre Celia B, Sánchez Basurto Carlos, Sánchez Forgach Ernesto
El cáncer mamario es un padecimiento frecuente en Latinoamérica, cuyo tratamiento implica la puesta en marcha de programas de vigilancia que deben prolongarse al menos durante 10 años como medida de control. Las posibilidades de recurrencia o metástasis dependen del momento en que se haga el diagnóstico, el estadio de la enfermedad y el tratamiento instituido. Es conveniente, por lo tanto, que cada centro hospitalario tenga un programa de seguimiento adaptado a las necesidades de su población. El seguimiento abarca la evaluación de la rehabilitación física y psicosocial, la monitorización de los resultados del tratamiento, incluidas las toxicidades y las complicaciones, y la detección de recurrencias y nuevas neoplasias. La Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) recomienda la realización de un auto-examen mamario mensual y mastografía anual de la mama preservada, además de la revisión clínica, que durante los tres primeros años será trimestral; los siguientes dos, semestral, y a partir de entonces se hará cada año. La revisión de estudios aleatorizados y de la base de datos de Cochrane ha demostrado que el seguimiento intensivo tiene escaso valor si se compara con las revisiones periódicas y una mamografía anual. De acuerdo con los datos obtenidos hasta la fecha, puede afirmarse que el seguimiento posoperatorio de pacientes con cáncer mamario es excesivamente costoso, consume tiempo y no aumenta la supervivencia. Se ha observado que la mayor parte de las recurrencias ocurren fuera del contexto de la visita de seguimiento; por tal razón, la eficacia de este procedimiento de rutina es cuestionable y se requiere un estudio prospectivo a largo plazo para precisar una estrategia óptima.
Palabras clave: Cáncer mamario seguimiento vigilancia recurrencias estudios aleatorizados.
2009-12-01 | 669 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 76 Núm.2. Febrero 2008 Pags. 107-12 Ginecol Obstet Méx 2008; 76(2)