Autor: McKenna John
El término arriba mencionado denota la transformación progresiva de un tejido. En el caso del germen dental consiste en todos los elementos necesarios para la formación de un diente completo, el cual está compuesto por tres partes: 1. Órgano dental, que produce el esmalte. 2. Papila dental, que genera la dentina y el tejido conectivo pulpar. 3. Saco dental, que origina el cemento y el ligamento periodontal. Crecimiento, por definición, significa el aumento, expansión o extensión de un tejido determinado. Por ejemplo, un diente crece a medida que los ameloblastos depositan más esmalte y se desarrolla a medida que éstos hacen lo propio a partir de tejido ectodérmico menos específico, mientras los dentinoblastos lo hacen a partir del mesodermo no especializado. Los dientes están constituidos por tejidos que se originan en el ectodermo y el mesodermo. Cerca de las seis semanas VIU, la capa basal del epitelio bucal del feto muestra zonas de mayor actividad y agrandamiento en las regiones de los arcos dentales futuros. Este aumento y expansión origina la lámina del próximo germen dental. Conforme el brote continúa su proceso, alcanza el punto en el cual se reconoce como la etapa de casquete. En este momento, comienza a incorporar mesodermo en su estructura. Por tanto, el órgano que forma el diente consiste en un principio de ectodermo, pero al poco tiempo incluye al mesodermo. La expansión del tejido en los bordes epiteliales representa el principio del ciclo de vida del diente. El feto de seis semanas muestra diez sitios de actividad epitelial en el borde oclusal (tejido blando) de la maxila y diez en la mandíbula en crecimiento. Estos sitios se alinean uno junto a otro, y en última instancia anticipan la posición de los dientes primarios futuros.
2009-12-08 | 2,343 visitas | 3 valoraciones
Vol. 6 Núm.64. Noviembre 2009 Pags. 4-5 Odont Moder 2009; 6(64)