Resumen

Antecedentes: Las cepas del género Candida han adquirido actualmente importancia como patógenos en infecciones nosocomiales debido a su capacidad de generar resistencia. Las equinocandinas son un grupo de antimicóticos de uso reciente, pero los equipos automatizados no contemplan aún la determinación de concentración mínima inhibitoria (CMI) para estos fármacos. Objetivo: Determinar la sensibilidad o resistencia, así como la CMI de caspofungina en cepas de C. albicans y C. tropicales multirresistentes aisladas de pacientes con fungemias diseminadas. Material y métodos: Se aislaron 10 cepas del género Candida resistentes a fluconazol, provenientes de pacientes pediátricos. Fueron subcultivadas, y estandarizadas para realizar el ensayo frente a caspofungina por la técnica de microdilución en placas de 96 pocillos, con base en el documento NCCLS M27-A2 en un medio RPMI con L-glutamina e indicador de pH amortiguado con MOPS. La CMI fue definida como la concentración menor a la cual no hubo crecimiento visible después de 24, 48 y 72 horas de incubación a 35ºC y 37ºC. Resultados: Después de 48 horas del ensayo a 35ºC, las CMI para C. albicans y C. tropicales fueron similares con un valor de 0.625 μg/ml. No hubo resistencia a caspofungina en ninguna de las muestras. Conclusión: Identificamos las mejores condiciones para determinar la sensibilidad y las CMI de C. albicans y C. tropicales mediante la técnica de microdilución para caspofungina. Discusión: La caspofungina ha sido usada como alternativa en pacientes con fungemias diseminadas con cepas de Candida resistentes a los tratamientos usuales. Generalmente este tipo de fungemias se trata con anfotericina B, la cual presenta una serie de efectos adversos, que las equinocandinas no tienen y que incluso exhiben propiedades farmacocinéticas favorables, dependientes de la dosis.

Palabras clave: Resistencia caspofungina Candida CMI.

2009-12-11   |   1,742 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 28 Núm.4. Octubre-Diciembre 2008 Pags. 142-144 Enf Inf Microbiol 2008; 28(4)