Estrategias de prevención de cardiotoxicidad

Autores: Meaney Mendiolea Eduardo, Meaney Alejandra, Ceballos Reyes Guillermo Manuel

Resumen

Antes de indicar la terapia antracíclica es necesario monitorear los factores de riesgo modificables (hipertensión) y establecer el estado cardiovascular basal, midiendo la fracción de expulsión y la función diastólica por ecocardiografía. Marcadores como troponina C o I y el péptido natriurético cerebral (BNP) indican la magnitud del daño cardiaco y disfunción subclínica temprana. La dosis acumulada de antraciclina es factor de riesgo importante de cardiotoxicidad, por lo que debe usarse la menor dosis terapéutica. En adultos, la infusión lenta (48 o 96 horas) es mejor tolerada que la administración en bolos. Las preparaciones liposomales y pegiladas disminuyen considerablemente el riesgo. No todos los antioxidantes han demostrado utilidad. El quelante, dexrazoxane, remueve el hierro del complejo antraciclina-hierro o atrapa el hierro libre e impide la formación de especies reactivas de oxígeno, reduciendo el riesgo de insuficiencia cardiaca en pacientes adultos. En niños, la evidencia es menos sólida, aunque dexrazoxane disminuye la concentración de troponina en los expuestos a antraciclinas. Varios moduladores del eje renina angiotensina impiden los cambios funcionales tempranos de cardiotoxicidad por antraciclinas. El monitoreo a largo plazo se realiza mediante clínica, electrocardiograma, ecocardiograma y mediciones seriadas de troponina y BNP.

Palabras clave: Cardiotoxicidad antraciclinas prevención de insuficiencia cardiaca formulaciones liposomales y pegiladas dexrazoxane moduladores de renina-angiotensina.

2009-12-16   |   1,271 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 8 Núm.3. Septiembre 2009 Pags. 60-67 Gamo 2009; 8(Supl. 3)