Mujer de 39 años de edad con cefalea intensa y disminución progresiva de la agudeza visual

Autores: Vargas Ortega Guadalupe, Ramírez Rentería Claudia, López Juárez Nitzia, González Virla Baldomero, López Félix Blas Ezequiel, Mercado Atri Moisés

Fragmento

Presentación del caso Mujer de 39 años de edad sin antecedentes familiares ni personales relevantes. Tres años antes de su ingreso comenzó con episodios de cefalea intensa. El dolor llegó a tener una intensidad de 10/10, de predominio en hemicráneo derecho, con sensación pulsátil en el ojo ipsilateral. Los episodios se presentaban aproximadamente dos o tres veces por mes y en ocasiones tenían una duración hasta de 72 horas. Durante estos eventos recibió analgésicos orales como paracetamol (1 g cada seis horas), naproxeno (500 mg cada ocho horas) y cafeína con ergotamina (100 mg/1 mg cada seis horas), con disminución de la intensidad de la cefalea, misma que no desaparecía por completo. Siete meses antes de su valoración presentó disminución de la agudeza visual en campos temporales de manera bilateral, a lo que no prestó atención hasta que tres meses después la intensidad de la cefalea la llevó a ingreso hospitalario. Fue sometida a tomografía de cráneo, en la cual se evidenció una lesión hipofisaria. Al momento de la valoración inicial, la cefalea se asociaba a náusea y vómito incoercible que limitaba la ingesta de alimentos. Al interrogatorio, la paciente refirió disminución progresiva de la agudeza visual; ésta había evolucionado a tubular. A la exploración física se identificaron signos vitales estables, sin parálisis de nervios oculares ni otros datos neurológicos de importancia; el resto de la valoración fue normal. La paciente fue hospitalizada para completar su estudio e iniciar tratamiento con 1 g de metamizol intravenoso cada seis horas y 75 mg de diclofenaco intramuscular cada 12 horas. La respuesta fue adecuada. Por resonancia magnética cerebral se observó lesión de 8 × 11 × 11 mm de diámetro en la región selar, la cual se extendía hacia la carótida derecha, sin comprimir el quiasma óptico, pero con tracción del mismo y desplazamiento del infundíbulo hacia la izquierda. El perfil hormonal hipofisario y el resto de los exámenes de laboratorio fueron normales, por lo que se concluyó que se trataba de un microadenoma hipofisario no funcionante. La campimetría corroboró la visión tubular.

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2009-12-17   |   2,403 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 145 Núm.3. Mayo-Junio 2009 Pags. 231-233 Gac Méd Méx 2009; 145(3)