Rafael Medina el Maestro

Fragmento

El Dr. Rafael Medina, a pesar de su desaparición física sigue siendo una figura significativa de nuestro tiempo. No son su genio científico ni su talla humana los que mejor lo explican como hombre excepcional, sino, quizás, el cúmulo de singularidades que encierra su propia semblanza, acentuadas con la perspectiva histórica. Al Medina triunfador en el campo de la medicina tropical y las enfermedades venéreas, se le recuerda aún como un excelente músico y persona con profundos sentimientos de solidaridad con los más desposeídos. Rafael Medina, nació en la ciudad de Coro, capital del estado Falcón el 12 de enero de 1912, fruto de la unión de sus padres Don Segundo Medina Pettit y Doña Felicia Ramones de Medina, de cuyo matrimonio también nacieron sus hermanos Domingo, el mayor (quien en un futuro también estudiaría medicina, especializándose en gineco-obstetricia) y el menor Andrés (fallecido). El pequeño Rafael fue un niño inquieto, como cualquier muchacho de nuestra provincia, que tuvo un desarrollo intelectual precoz y desde temprana edad demostró gran afición por la música, la cual venía como herencia paterna, logrando el dominio de varios instrumentos, siendo sus predilectos el piano, la guitarra, el bandolín y el cuatro, el cual era su pasión: el compañero que le sirvió para los grandes momentos de alegría y en los momentos difíciles de la vida. Al visitarlo, durante los últimos años, siempre disfrutábamos de un improvisado concierto de cuatro, con la piezas mas bellas del repertorio venezolano. El propio Medina, atribuyó a esa vocación el hecho de haber sido una persona que alternaba la ciencia con la música, obteniendo un amplio placer de ambas. Como un científico normal no se inquieta por los alcances que plantea el conocimiento musical, pues reflexiona que todo lo que había que conocer al respecto lo sabe ya desde su primera infancia. En la década de los años 30 del siglo pasado, sus padres lo envían al estado Miranda, luego de haber terminado sus estudios de primaria en Coro, al Liceo San José de los Teques, donde recibe su título de Bachiller en Filosofía y Letras. Su futuro se expande al ingresar a la Universidad Central de Venezuela, donde cursó con sobresalientes notas, lo cual le ayudo para que le otorgaran una beca (habían algunas dificultades económicas) desde tercer año hasta graduarse en Ciencias Médicas el 29 de Septiembre de 1938. Como tesis doctoral presento un interesante trabajo titulado: “Afecciones epidérmicas del Estreptococo”, que ya anunciaba su vocación, que lo hará en su desarrollo futuro, un científico y médico relevante en el campo de la dermatología. Medina, una vez graduado y debido a su excelente curriculum, se le nombra médico jefe de la Comisión contra la Buba en el estado Yaracuy (1938-1941), para luego ser médico jefe de la Comisión Occidental contra la Buba, en los estados Yaracuy y Trujillo (1941-1943), siendo esta una de las campañas sanitarias más exitosas del país, por lo cual fue decretada por la OMS como enfermedad erradicada en Venezuela.

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2009-12-17   |   1,099 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 10 Núm.38. Abril-Junio 2009 Pags. VITAE 2009; 10(38)