Autores: Strejilevich Sergio A, Martino Diego, Igoa Ana
INTRODUCCIÓN En la actualidad nos encontramos ante una situación paradójica, porque los éxitos en el campo de la medicina han convertido al segmento de la población añosa en el de mayor crecimiento demográfico, y al mismo tiempo, se calcula que dentro de algunos años esta situación pondrá en jaque a los sistemas de salud en todo el mundo. En Estados Unidos el grupo etario comprendido por las personas mayores de 65 años creció un 12% entre 1990 y el año 2000 y en las últimas tres décadas, el número de personas mayores de 85 años se ha duplicado y se espera que representen cerca de 9 millones de personas en el 2030. Esta situación demográfica era impensable hace 50 años, cuando la expectativa de vida era de poco más de 40 años y aun mucho menor para las personas afectadas por trastornos psiquiátricos. La situación en América Latina es muy heterogénea debido a los marcados contrastes socioeconómicos que presenta la región y a la variación que se observa en cada uno de los países que la comprenden. Por ejemplo, en Argentina contrastan las tasas de envejecimiento en ciudades como Buenos Aires, que son similares a las de los países desarrollados, con las de otras ciudades argentinas que se asemejan a las encontradas en países de extrema pobreza. Aún en los países con sistemas de salud mejor desarrollados la proyección del incremento del número de personas envejecidas hace pensar que, a pesar de los esfuerzos, la demanda de salud superará los recursos disponibles.
2009-12-23 | 894 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 9 Núm.1. Enero 2008 Pags. 105-122 Rev Avances 2008; 9(1)