Al sufrir una enfermedad terminal, la persona afectada se tiene que enfrentar al hecho de morir en un tiempo muy corto. Esto lleva a ese individuo a plantearse una serie de interrogantes: ¿habrá dolores severos?, ¿será larga la agonía?, ¿la familia sufrirá mucho al estar a mi lado?, ¿es legal, moral y éticamente aceptada la muerte asistida (eutanasia)?, ¿hay opciones para morir apaciblemente? Para comenzar, tendríamos que iniciar hablando de que la agonía o los últimos días de vida es el fenómeno que precede a la muerte cuando ésta ocurre en forma lenta; tal situación se manifiesta por un deterioro físico severo, debilidad extrema, trastornos de la conciencia, dificultad para la ingesta de alimentos o líquidos, incapacidad para relacionarse con otras personas, postración. Al identificar en forma correcta esta agonía, se produce un cambio en la actitud profesional del médico a cargo, ya que va a aplicar mayores medidas de intervención y a detectar nuevas necesidades en la fase agónica, las cuales se reflejarán en el plan de tratamiento y cuidados.
2010-01-11 | 908 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 6 Núm.4. Julio 2009 Pags. 14-16 Dol Clin Ter 2009; 6(IV)