Autores: Fernández Mas Rodrigo, Valdés Cruz Alejandro, Magdalena Madrigal Victor M, Almazán Alvarado Salvador, Martínez Vargas David
Han pasado ya cinco años desde el fallecimiento de Augusto. Su paso por la vida dejó una gran cantidad de recuerdos, enseñanzas, memorias y tertulias que reflejaban su experiencia y cultura en diversos temas. Era uno de esos raros científicos que no se dedicaban a un tema en específico, sino que creía que la ciencia impone una obligación inherente de tener una idea de amplio espectro de los temas circundantes al de su especialidad. Hacer una biografía completa o un homenaje a nuestro querido Augusto sale de nuestro alcance. Los que coincidieron con él en gran parte de su trayectoria tienen herramientas para hacer una aproximación biográfica completa, muchos de nosotros hemos compartido un breve trecho de tiempo, espacio y trabajo, lo que resulta nimio en una vida larga, no sólo cronológicamente, sino sobre todo por su prolífica y brillante carrera. Respecto a un homenaje, él nunca fue entusiasta partidario de éstos cuando eran para sí. A poco más de un lustro de su muerte parafraseamos lo que alguna vez escribió: este texto no es un homenaje, es sólo un ejercicio de memoria, un esfuerzo por recordar el trabajo y la importancia del que fue, directa o indirectamente, maestro de tantos. El tiempo seguirá sopesando la permanencia de sus aportaciones. Tampoco fungimos como defensores, puesto que nadie lo ha atacado. Se trata de narrar como cronistas parte del breve tiempo que nos tocó vivir en el lugar más importante para él, su laboratorio.
2010-01-15 | 951 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 32 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2009 Pags. 527-532 Salud Ment 2009; 32(6)