El término anafilaxia fue acuñado por Richet y Portier en el año 1902, quienes en sus investigaciones para inmunizar perros contra las anémonas del mar, éstos reaccionaron fatalmente a la segunda dosis no letal, por tanto, se llamó a esta reacción anafilaxia, es decir, sin protección. Éste fue un gran paso en el adelanto de la alergia clínica. En la actualidad es definida por un grupo multidisciplinario de expertos internacionales como una reacción alérgica grave a la exposición a un alergeno o desencadenantes no inmunológicos que es rápida en su inicio y que puede causar la muerte. El diagnóstico se basa en criterios clínicos, aunque la hipotensión y el choque no siempre están presentes. El término anafilactoide, usado para las reacciones no mediadas por IgE, actualmente no se recomienda, se prefiere nombrarlo por el factor desencadenante. La verdadera incidencia de la anafilaxia probablemente es subestimada, ya que muchos casos no son reportados (no es obligatorio en México). Es más frecuente en las primeras dos décadas de la vida. El riesgo de padecerla según diversos reportes va desde 0.2% (reportes de 1980) a 0.7% (reportes de 1990). La anafilaxia debida a picaduras de himenópteros representa de 0.4% a 4%; sin embargo, las reacciones que ponen en peligro la vida son mucho menores.
2010-01-19 | 1,146 visitas | 1 valoraciones
Vol. 56 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2009 Pags. 181-184 Rev Alergia Mex 2009; 56(6)