Fragmento

Introducción La falta de órganos aptos para trasplante, junto con el aumento de las indicaciones terapéuticas del mismo, obliga a la utilización de todos los medios humanos y técnicos en la búsqueda de soluciones a este problema. Durante los últimos años se ha establecido la posibilidad de obtener órganos para trasplante de donantes fallecidos en paro cardiorespiratorio. Gracias a los trabajos de García-Rinald en 1975 se inició con éxito la técnica de preservación “insitu” de riñones de cadáver mediante la perfusión fría realizada directamente a través de un catéter colocado por vía femoral hasta la aorta. Así, se consiguió reducir el tiempo de isquemia caliente desde la parada cardiorespiratoria hasta la nefrectomía, mejorando de esta manera el principal problema de estos donantes, que era la deficiente preservación de los órganos sometidos a largos períodos de isquemia caliente. Posteriormente, numerosos autores pusieron en práctica estos métodos, obteniendo buenos resultados y aconsejando la inclusión de este grupo de donantes en el programa de obtención de órganos.

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2010-01-20   |   908 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 30 Núm.2. Abril-Junio 2009 Pags. 35-43. Nefrol Mex 2009; 30(2)