Resumen

Objetivo: Conocer el porcentaje de efectividad tanto de la técnica abdominal como de la vaginal, en el tratamiento de las fístulas vesicovaginales y justificar las indicaciones para cada una, así como conocer las variables epidemiológicas y clínicas de las pacientes tratadas. Además, saber el porcentaje de éxito con las técnicas empleadas. Material y métodos: Entre julio de 1994 y mayo de 1999, en el servicio de Urología «Dr. Aquilino Villanueva» del Hospital General de México se hizo plastia de fístula vesicovaginal en 34 pacientes con edad promedio de 39 años. Predominó la etiología por cirugía ginecológica en 70.5% de los casos, seguida por trauma obstétrico en 17.6%. Dentro del cuadro clínico, destacó la ausencia de deseo miccional en el 50% y sintomatología irritativa urinaria baja en 44.1% de los casos. La localización de la fístula fue supratrigonal en 76.4% e infratrigonal en 23.2% de los casos. Resultados: El estudio con mayor precisión diagnóstica fue la combinación de cistoscopia con taponamiento de Moir, pudiendo identificar un solo orificio fistuloso en la mayoría de los casos, en su defecto se utilizó la tinción de gasas. Fueron sometidas a técnica de O‘Conor 85.2% y las restantes a un abordaje transvaginal. Hubo necesidad de reimplante ureteral en un caso. Conclusiones: Las fístulas vesicovaginales representan en el Hospital General de México una parte nada desdeñable de la labor uroginecológica y reconstructiva. El tratamiento quirúrgico según se demuestra en el presente estudio, tuvo una efectividad del 100%. Sugerimos reservar el abordaje abdominal para fístulas supratrigonales y en las que se involucren meatos ureterales, colocando tres puntos con material absorbible en el momento interpuesto.

Palabras clave: Fístulas vesicovaginales vejiga vagina.

2003-01-17   |   2,154 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 59 Núm.3. Mayo-Junio 1999 Pags. 105-110. Rev Mex Urol 1999; 59(3)