Enfermedad por reflujo gastroesofágico en Venezuela

Autor: Louis Pérez César E

Fragmento

La Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es una enfermedad recurrente relacionada con el flujo retrógrado del contenido gástrico (con o sin contenido duodenal) al esófago o a los órganos adyacentes. Presenta un espectro variado de síntomas que deterioran la calidad de vida del paciente y puede presentarse con o sin daño tisular. Este concepto tiene implícito lo heterogéneo de la enfermedad, por lo que siempre resulta difícil y apasionante hacer comentarios sobre la ERGE. Analizando el concepto de ERGE, tenemos que es una enfermedad crónica, y que el contenido que refluye sea ácido o no ácido puede hacer contacto no solo con el esófago sino también con órganos supraesofágicos (hipofaringe, orofaringe, rinofaringe, laringe, traquea, etc) produciéndoles o no daño tisular (incluyendo esofagitis de cambios mínimos o microesofagitis), con una constelación de síntomas relacionados al órgano involucrado con el material refluido. Estos síntomas son clasicamente separados en típicos y atípicos, y en el consenso de Montreal fueron nuevamente clasificados en síntomas esofágicos y extraesofágicos, siendo los primeros, la pirosis y la regurgitación, y los segundos, la laringitis, la tos, el asma, las erosiones dentales, etc, pero que deben de tener una frecuencia y una severidad determinada para ocasionar un deterioro de la calidad de vida. Es interesante comentar en este punto que a pesar de tener un concepto bastante completo, las definiciones e interpretaciones de pirosis y de la regurgitación pueden variar entre pacientes y médicos, y también entre los diferentes médicos. Por ejemplo en el caso de regurgitación, se sabe que puede ser ácida o no ácida, y que en el espectro de la ERGE (categorías clínicas) que se muestra a continuación, la correlación sintomática (con síntomas esofágicos o extraesofágicos) en el monitoreo de pHmetría esofagica debe ser con reflujos ácidos para que pueda ser catalogado de esófago hipersensible, en caso contrario estaríamos en presencia de pirosis funcional.

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2010-01-29   |   906 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 63 Núm.3. Julio-Septiembre 2009 Pags. 154 Revista GEN 2009; 63(3)