Autor: Arata Bellabarba Gabriela
Un estudio publicado en el Journal of the American Dietetic Association (2009;109:1367-1375), concluye que la mayoría de los diabéticos consumen demasiada grasa y sodio, así como cantidades insuficientes de frutas, verduras y cereales. Indican los autores que muchas personas con diabetes necesitarían más educación sobre la importancia de la nutrición en el control de la enfermedad. En este número de la Revista Venezolana de Endocrinología y Metabolismo, el trabajo de Becerra y cols. Nos muestra que la prevalencia del síndrome metabólico en una población urbana de los Andes venezolanos es del 38%, y el patrón predominante es la dislipidemia y la obesidad visceral. La cifra no es muy diferente a la reportada en otras regiones del mundo, lo que preocupa es la alta prevalencia. Entre los factores involucrados se acepta que la mala conducta alimentaria es uno de los principales. En este mismo número Briceño y cols, nos muestran que el 70% de los niños y adolescentes con DM1, tienen un mal control metabólico, con un alto porcentaje de dislipidemia. Decir, que nuestros hábitos alimentarios han variado en los últimos años no es objeto de debate. El ritmo de vida que todos llevamos ha hecho que nuestra conducta alimentaria haya ido cambiando. No solo ha variado el tipo de alimentos que tomamos sino también nuestro estilo de comer. Tal vez esto último sea lo más trascendente. Cualquiera que haga un mero repaso y se remonte a unos años atrás, podrá ver con claridad los cambios. La clase de alimentos que preparamos, el tiempo que empleamos para comer, el modo de cocinar, las cantidades que se nos ofrecen, han cambiado. No hace muchos años, nuestras madres pasaban una mañana entera cocinando, ahora hemos conseguido hacerlo en media hora y las últimas técnicas nos permiten hacerlo en cinco o diez minutos. Nos dice el fabricante que de este modo los alimentos no pierden sus propiedades. Tal vez sea cierto, pero el cariño, la paciencia, los aromas…de una mañana en la cocina han pasado a la historia. Con estas palabras no se niegan las ventajas del progreso tecnológico, pero, debemos evitar la deshumanización. El acto de apretar un botón (sea de un teléfono, ordenador, televisión…) conlleva una sensación de inmediatez que ha calado en todos nosotros, y tal vez más aún en nuestros niños y adolescentes, que observan atónitos lo fácil que resulta todo.
2010-02-10 | 1,004 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 7 Núm.3. Septiembre 2009 Pags. 1-2 Rev Venez Endocrinol Metabol 2009; 7(3)