Fragmento

En varios momentos, hemos comentado sobre las plantas medicinales, como modalidad de la medicina tradicional y natural, y a los principios científicos de calidad, seguridad y efecto que deben considerarse para su empleo en el sistema de salud, como ha recomendado la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1977. La Declaración de Beijing, adoptada en el Congreso de la OMS sobre Medicina Tradicional el 8 de noviembre de 2008, recomienda que: “El conocimiento de la medicina, los tratamientos y las prácticas tradicionales se deben respetar, conservar, promover y comunicar ampliamente y apropiadamente sobre la base de las circunstancias de cada país”. “Los gobiernos tienen la obligación de cuidar la salud de sus pueblos y deben impulsar políticas, reglamentos y normas nacionales, en el marco de un sistema nacional de salud integral, para garantizar el uso apropiado, seguro y eficaz de la medicina tradicional.” En Cuba, aunque pudiéramos remontarnos a la encuesta nacional de usos de plantas medicinales realizada por las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) en 1984, se avanza de manera sostenida desde 1987 en la investigación y la introducción de plantas medicinales y las medicinas tradicionales en el sistema de salud; ese proceso se aceleró y profundizó a partir de 1990. Recientemente, el 24 de agosto, el Ministro de Salud Pública, Dr. José R. Balaguer Cabrera, firmó la resolución 261/2009 que en su resuelvo primero “aprueba para la docencia médica, la asistencia y la investigación científica en los servicios de la salud en todo el territorio nacional” 10 modalidades, incluida la Fitoterapia, de Medicina Natural y Tradicional y, en el segundo, establece la metodología para aprobar nuevas técnicas y modalidades.

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2010-02-17   |   1,186 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 14 Núm.4. Octubre-Diciembre 2009 Pags. Rev Cubana Plant Med 2009; 14(4)