Con la inequidad todos pierden

Autor: Lejarraga Horacio

Fragmento

Ni la clase política ni el Gobierno (éste y muchos otros previos) ni la sociedad parecen tener como prioridad el desarrollo de los niños, entendiendo este desarrollo como los cambios en la conducta sensorio-motriz, el lenguaje, la inteligencia y el aprendizaje. Afirmo esto porque el tema no aparece en ningún medio masivo de difusión ni es motivo de debate público ni se apoya su enseñanza ni su investigación en forma específica. Para colmo, una creencia difundida en nuestra sociedad es que, a pesar de las enormes desigualdades sociales que hay en nuestro país, la disponibilidad de un ingreso que permite llevar a los hijos a un “buen colegio” (alguna vez habría que debatir qué se entiende por un “buen colegio”) garantiza de alguna manera un pleno desarrollo de sus capacidades. Es algo parecido a lo que hemos leído en el libro de Guillermo Jaim Etcheverry “La tragedia educativa”. Allí se reproduce una encuesta que dice que la enorme mayoría de la gente piensa que la educación en el país es de muy mala calidad, pero casualmente el colegio al que mandan sus hijos es muy bueno. Siguiendo esta línea de pensamiento, los que tienen recursos “se salvan” de las calamidades de la Argentina. Nada más equivocado.

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2010-02-17   |   576 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 28 Núm.3. Julio-Septiembre 2009 Pags. 98-99. Rev Hosp Mat Inf Ramón Sardá 2009; 28(3)