El asma (AB) es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas (VA) donde las células juegan un papel importante, pues se encargan de generar un incremento en la respuesta de aquéllas, al tiempo que producen episodios recurrentes de sibilancias, dificultad para respirar, tiraje intercostal, tos y opresión torácica, especialmente por la noche y en la mañana; eventos que se relacionan con obstrucción del flujo aéreo variable, de forma reversible y espontánea. Su prevalencia varía según la zona geográfica, el clima, los contaminantes del aire y el nivel socioeconómico, influyendo numerosos agentes en su evolución. No obstante, de diez años a la fecha, se han incrementado los casos en el sexo femenino. El rango de prevalencia en el mundo es de 2.1% a 32.2%. En América Latina, según reportes del ISAAC por sus siglas en inglés (Estudio Internacional de la Prevalencia de Enfermedades Alérgicas en Niños) es de 5.7 a 16.5%. En México es de 3% (no obstante en Cuernavaca, Morelos y en Coatzacoalcos, Veracruz, es de 34%). Uno de los principales factores para manifestar AB es la predisposición genética debido a la producción del IgE, llamada también atopia. Si uno de los padres es portador de alguna enfermedad alérgica crónica como rinitis alérgica (RA) o dermatitis atópica (DA), las posibilidades de que alguno de los hijos manifieste alguna patología de este tipo, incluyendo AB, es de 50%; pero si ambos progenitores tienen esta condición alérgica, se eleva a 75%.
2010-02-18 | 681 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 33 Núm.386. Enero 2010 Pags. 1-4 Prescripción Médica 2010; 33(386)