Autor: Cabrera Sandoval Luis
Es la patología musculoesquelética dolorosa de mayor prevalencia que afecta al ser humano. Según diferentes estadísticas, se presenta en 80% de las personas en algún momento de su vida. Su curso natural es autolimitado y en la mayoría de los casos, no requiere mayor intervención; tan sólo en tres a diez por ciento de quien la padece se desarrolla dolor persistente. De acuerdo con la literatura médica, el lumbago se clasifica en mecánico (se refiere al dolor que se desencadena a causa de una actividad física; es de presentación aguda, tiene relación con la actividad de carga y se alivia con reposo, no existe dolor nocturno), inflamatorio (se exacerba en reposo, se alivia con el ejercicio, es de predominio nocturno y se acompaña de rigidez matinal o después de horas prolongadas de reposo), agudo (se define cuando el dolor tiene menos de cuatro semanas de evolución), subagudo (se presenta por más de cuatro semanas, pero menos de 12), crónico (el padecimiento persiste por más de 12 semanas), e inespecífico (cuando no se puede determinar la causa a pesar de exámenes exhaustivos y en donde no se evidencia daño estructural subyacente, el cual corresponde a 80% de los casos). Cabe destacar que la clasificación temporal del lumbago en agudo, subagudo y crónico tiene un objetivo práctico: permitir al médico dirigir el uso de los recursos y definir la utilidad de determinadas terapias. Así, la mayoría de los casos agudos se resuelven sin necesidad de intervenciones complejas antes de cuatro semanas; el subagudo requiere atención clínica, como estudios de imagen; y en los casos crónicos, es probable que la etiología sea difícil de establecer. La clasificación actual se basa sobre las posibles causas: Inespecífico, requiere un estudio restringido y una terapia basada sobre analgésicos. Asociado con radiculopatía o raquiestenosis. Potencialmente asociado con causas específicas sistémicas o espinales, como inflamación o fractura de algún segmento espinal o discal, o inflamación autoinmune.
2010-02-18 | 1,588 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 33 Núm.386. Enero 2010 Pags. 3 Prescripción Médica 2010; 33(386)