Fragmento

Según estadísticas del IMSS, en México, una de las causas más frecuentes de consulta en traumatología son las contracturas musculares, las cuales en su mayoría tienen como origen un accidente automovilístico, sobre todo en las grandes ciudades. Mejor conocidas como patologías del sistema musculoesquelético, son alteraciones de un tendón o ligamento en donde la fibra muscular disminuye de longitud como consecuencia involuntaria del organismo ante una agresión. Es decir, como mecanismo automático de defensa, el músculo se contrae de inmediato, limitando la movilidad en el sujeto; de tal suerte que al permanecer en reposo forzado, puede recobrar su acción normal y ello contribuir al buen restablecimiento de la zona afectada. Las contracturas se presentan con mayor frecuencia en la región lumbar, que también es conocida como espalda baja, y por lo general son originadas por curvaturas excesivas de la columna las cuales reciben el nombre de cifosis, cuando son hacia delante; escoliosis si son laterales y lordosis en caso de presentarse hacia atrás; y vienen acompañadas por un dolor intenso. Otras posibles causas son la artritis de columna, el lumbago y la ciática. En hombros, brazos y manos, suelen suceder por torceduras, esguinces, artritis u otras inflamaciones articulares, posturas anómalas, cambios climáticos o exposiciones prolongadas al frío o humedad desacostumbrados o por caídas. En el cuello se presentan por girarlo bruscamente, por traumatismos en la cabeza o por alteraciones en las articulaciones intervertebrales. También influye el no tener hábitos adecuados, como por ejemplo: dormir boca abajo, caminar con zapatos muy altos, permanecer sentado en una mala posición, levantar objetos pesados, realizar ejercicio sin previo calentamiento; o la multiparidad; sufrir de gran estrés, o por accidentes automovilísticos. Ahora bien, la mayoría de las veces este tipo de lesiones no presentan problemas adicionales, aunque de manera esporádica llevan a una lesión mayor, como una fractura.

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2010-02-19   |   2,048 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 33 Núm.387. Febrero 2010 Pags. 3 Prescripción Médica 2010; 33(387)