Los pacientes con cáncer presentan estados de hipercoagulabilidad con un espectro que va desde la anormalidad documentada en las pruebas de coagulación en ausencia de manifestaciones clínicas, hasta la forma masiva expresada por tromboembolismo venoso (TEV) fatal. Los episodios trombóticos pueden preceder al diagnóstico de malignidad por meses o años y estar presentes en una de las siguientes formas: a) migratoria; b) trombosis venosa profunda idiopática y otras trombosis profundas; c) endocarditis trombótica no bacteriana (endocarditis marántica); d) coagulación intravascular diseminada (CID); e) microangiopatía trombótica; f) trombosis arterial. Los individuos con neoplasias malignas representan 15% a 20% de todos los pacientes con trombosis. El cáncer incrementa el riesgo de TEV 4 a 6 veces. Contrariamente, 10% a 20% de los pacientes que presentan un diagnóstico de TEV idiopática, tendrán diagnóstico de malignidad. La probabilidad de muerte en pacientes con cáncer con TEV, es más elevada. Se estima que en los pacientes con cáncer el TEV varía dependiendo de la población analizada y sobre un periodo determinado, mostrando una mayor incidencia en los estudios reportados últimamente. Entre los pacientes hospitalizados con cáncer, el porcentaje de TEV varía desde un 0.6% a 2% por hospitalización, según estudios reportados entre los años 1988 a 1990 y 1979 a 1999, respectivamente; en estudios posteriores a la década de 1990, el porcentaje se incrementó a 4%. Una mayor proporción hasta de 5.4% de los pacientes con TEV fueron reportados en pacientes neutropénicos hospitalizados entre los años 1996 y 2002 con un incremento de 36% durante este periodo.
2010-03-09 | 1,291 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 8 Núm.4. Diciembre 2009 Pags. 1-2 Gamo 2009; 8(Supl. 4)