Autor: Welch Baldemar Eduardo
En primer lugar, agradezco al equipo de CONAMED la invitación de que fui objeto para asistir junto al señor abogado del Colegio Médico de Chile, Enrique Díaz, a este evento de tan alto nivel de interés y actualidad en este país hermano tan querido para Chile. Hago extensivo este sentimiento a todo el personal de colaboración que con profesionalismo, calidad y calidez ha cooperado en todos los aspectos logísticos de este congreso. Me permito reiterar las disculpas del doctor Enrique Accorsi, expresidente del Colegio Médico de Chile, actual presidente de la Asociación Médica Mundial, quien no pudo asistir por razones personales, pero envió sus mejores deseos, un cordial abrazo y la seguridad de que el éxito va a coronar este evento, sobre todo por las proyecciones que hemos visto puede alcanzar esta problemática. Soy portador también del saludo fraterno de mi país, Chile, de mi Colegio Médico de Chile y de FALMER, que es la Fundación de Asistencia Legal del Colegio Médico de Chile, que trata de defender a todos los médicos precisamente de los problemas de mal praxis. En esta modesta exposición trataré de ofrecer una panorámica, una visión global de la problemática que tenemos en Chile en relación a este tema y que, luego de escuchar las brillantes exposiciones que me han antecedido, creo que es una lluvia que nos está mojando a todos por igual y tenemos que buscar soluciones pronto. Con cierta tristeza y a la vez con alegría, por haber tenido la posibilidad de escuchar la brillante charla de Fernando Guzmán Mora, pensaba en muchas situaciones que es muy difícil revertir.
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2003-01-20 | 834 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 11 Núm.23. Abril-Junio 2002 Pags. 56-59. Rev CONAMED 2002; 7(2)