Plagio en las publicaciones científicas

Autores: Ossorio María Fabiana, Ferrero Fernando

Fragmento

La conducta ética es esencial en todos los aspectos de la profesión médica: asistencia, docencia e investigación. En la investigación particularmente, el último medio siglo ha visto incrementar tanto las normas que la regulan y guían por un camino ético, como la atención que la comunidad científica ha puesto en ello. En ese escenario, el concepto suele restringirse a la protección de los sujetos de estudio, pero incluso sin ponerlos en riesgo existe otra alternativa de conducta reprobable en la investigación: la relacionada con la publicación de sus resultados. Entre todos los componentes del compromiso ético que guía la conducta académica es posible que la veracidad sea el más importante. En el punto que nos ocupa, en definitiva, cada informe de una investigación original es una “declaración jurada” del investigador. Confiamos en que el investigador haya incorporado “n” pacientes, haya obtenido su consentimiento informado, los haya asignado aleatoriamente a cada rama de tratamiento, haya medido lo que buscaba y, finalmente, exprese los verdaderos resultados obtenidos. No es preciso llegar a fraguar completamente una investigación, como en el famoso caso Fides, de igual manera se incurre en este tipo de fraude al cometer plagio. Sin embargo, aunque la Real Academia Española define plagio como la “acción y efecto de copiar una obra”, no siempre es fácil determinarlo en la bibliografía científica.

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2010-03-17   |   887 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 108 Núm.2. Marzo-Abril 2010 Pags. 103-104 Arch Argent Pediatr 2010; 108(2)