La gran paradoja

Autor: Acosta de Hart Álvaro

Fragmento

La psoriasis es una enfermedad milenaria. Desde el punto de vista clínico, se caracteriza por la presencia de placas eritematodescamativas, principalmente en los sitios de traumatismo, como los codos y las rodillas. En el mundo microscópico, se observan ciertos cambios típicos y constantes en la epidermis, por una parte, la hiperplasia de ésta, y por otra, los queratinocitos, los cuales tienen un promedio de vida aumentado, una diferenciación terminal alterada y una inflamación crónica. Además, estos queratinocitos de la placa de psoriasis se caracterizan por presentar una actividad aumentada de la telomerasa y resistencia a la apoptosis. Es tradicional que a los pacientes con psoriasis se les administren tratamientos que a su vez son cancerígenos, como el arsénico, la antralina, el alquitrán de hulla (coal tar) y la puvaterapia (terapia de psoraleno y rayos ultravioleta). Sin embargo, desde 1888, los observadores acuciosos han concluido que los tumores que se desarrollan en estos pacientes respetan las placas de psoriasis; es tan insólita la presencia de cáncer sobre las mencionadas placas, que los pocos casos han sido motivo de reporte en la literatura médica.

Palabras clave:

2010-03-17   |   622 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 13 Núm.1. Enero-Marzo 2009 Pags. 5-7 Rev Col Cancerol 2009; 13(1)