Autor: Sokoloff Estefanía
Ana González: “OA… sin moverme” Ana González pertenece a una generación de artistas emprendedores que cultivan su oficio entre los finos umbrales de la estética. Su carrera, nutrida por una importantísima experiencia profesional, busca puntos de equilibrio entre la arquitectura, la fotografía, la producción editorial y la pintura. Tan contemporánea como conservadora, González aleja su arte de la provocación, la denuncia y el señalamiento, posándose en las aguas calmas de la memoria. Sus puntos fuertes —la dedicación y el oficio— la hacen, además, generosa e inclusiva al ayudarnos a preservar recuerdos de infancia utilizando elementos propios a una colectividad. Estas cualidades se enraízan, entre otros, en el programa de acompañamiento desarrollado de la mano de una amplia comunidad de desplazados a quienes acude en el trabajo de diseño de artículos artesanales. Esta actividad le ha aportado un cúmulo de referentes de donde se nutre y le ha dado las fórmulas para concretar su obra, que resulta en un amplio desarrollo temático que incluye desde los vestidos hasta las pelotas de letras y neumáticos que presenta con la nueva serie “OA…sin moverme”. Con ella, Ana integra formalmente las búsquedas pictóricas realizadas a partir de las series “Alicia” (premiada en múltiples ocasiones tanto en Colombia como en el exterior), “Rosita”, “Bailarinas” y “Salvavidas”, realizadas entre 2006 y 2009, planteando una salvedad: un evidente cambio en el comportamiento cromático de su pintura, un transcurso atonal al morado y verde limón. Los motivos como el vestido, el salvavidas y la pelota, ampliamente utilizados en las anteriores series, toman el aire fresco que traen consigo los finales de las películas. Se alivianan, con su actitud serena y calma dejando intuir que darán paso a una nueva etapa. Actividades infantiles, como rayar y manchar, se convierten intencionalmente en la técnica de sus obras. La aplicación del juego “OA…sin moverme… sin reírme… sin hablar…” mientras se lanza una pelota entintada a la pared buscando que deje su huella, marcan un paso definitivo a la acción frente a su obra. Se trata de una diferencia fundamental en el desarrollo de la pintura de González, porque evidencia un giro donde se beneficia la coherencia conceptual frente al preciosismo pictórico. Estos hitos de desarrollo son, sin duda, puntos de inflexión que pisan tierras movedizas, donde las palabras expuestas pueden desdibujarse con la fugacidad de un chasquido, pero son momentos cruciales donde artistas como Ana González tienen el deber de concretar estas reflexiones en formas palpables cargadas de aires renovados. “OA…sin moverme” tiene la serenidad que se obtiene frente al deber cumplido y se constituye como una respuesta inteligente y meticulosa que pasa por encima de los paralelismos que surgen cuando se trabaja con formas propias de un colectivo. Estefanía Sokoloff
2010-03-18 | 1,553 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 38 Núm.1. Julio 2009 Pags. Rev Col Psiqui 2009; XXXVIII(Supl. 1)