Autores: Hola B José, Azolas Marcos Rodrigo, Abedrapo M Mario, Avillo Víctor, Sobron B Marcos, Garrido C Rogelio, Bocic Alvarez Gunther, Sanhueza S Álvaro
Paciente mujer de 24 años, sin antecedentes médicos, obstétricos ni quirúrgicos previos. Presenta cuadro de 24 horas de evolución sugerente de obstrucción intestinal. La tomografía computada de abdomen y pelvis informa signos de obstrucción de asas de intestino delgado, cuya etiología podría corresponder como primera posibilidad a endometriosis. Escaso líquido peritoneal libre. Se realiza laparotomía exploradora, encontrándose una hernia interna a través de un defecto del parametrio izquierdo por donde protruía un asa de íleon distal, la que presentaba signos de isquemia. Se procede a liberar el segmento de asa comprometida, recuperando una coloración normal y su peristaltismo. El defecto del parametrio se suturó con Vicryl 3/0 a puntos separados. La paciente evoluciona bien y es dada de alta al segundo día postoperatorio. La obstrucción intestinal es una patología frecuente de ver en los servicios de urgencia, representando aproximadamente el 12-16% de los ingresos. Las hernias internas como causa de obstrucción intestinal son extremadamente raras, ocurriendo en menos del 1% de los casos, más aún, si la causa es una herniación a través de un defecto del ligamento ancho, debido a que sólo corresponden a un 4-5% de las hernias internas. En una revisión extensa de la literatura se han encontrado sólo 73 casos de herniación a través de un defecto del ligamento ancho desde que Quain en 1861 describiera el primer caso. En la mayoría de los reportes fue el íleon el segmento intestinal herniado, sin embargo, otras estructuras como colon, ovario, omento, apéndice y uréter también han sido mencionados. El ligamento ancho del útero está formado por peritoneo cubriendo sus dos superficies. Un defecto puede involucrar una o ambas superficies peritoneales y frecuentemente ocurre en ambas. Dentro de los factores etiológicos a ser considerados se incluyen: traumatismo del parto, anomalías congénitas, enfermedad inflamatoria pelviana y, en el pasado, la cirugía de Webster-Baldy como tratamiento de la retroversión uterina, que creaba aperturas en el ligamento ancho.
2010-03-23 | 1,181 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 62 Núm.1. Enero-Febrero 2010 Pags. 13-14 Rev Chil Cir 2010; 62(1)