Autor: Robles Sotomayor Ma. Elodia
La vida y la muerte deben elevarse a un mismo rango de derecho fundamental, es una falacia la predicación para afirmar a la muerte como un valor. La muerte no es un derecho fundamental, ya que ello es el resultado de la existencia de la vida, sin vida no puede producirse la muerte. De ahí que el tema de la eutanasia requiera de una reflexión seria, ya que el medio determina en ocasiones con mayor fuerza nuestras preferencias, observándose en el mundo biológico mayor flexibilidad de adaptación que en los estímulos sociales, hábitos y costumbres adoptados por el ser humano y, que en ocasiones estos factores determinan más el comportamiento humano que el comportamiento de las células orgánicas. El dilema actual es hasta qué punto la vida y la muerte pueden aplicarse conforme a mis intereses y convertir la vida humana en una cosa, y la muerte en el camino de la selectividad de los hombres y en la discriminación de la posibilidad de la vida.
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2003-01-20 | 2,758 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 11 Núm.22. Enero-Marzo 2002 Pags. 21-23. Rev CONAMED 2002; 11(22)