Autor: Tinoco Jaramillo Gerardo
Entre las infecciones más frecuentes que atiende el ginecólogo están sin duda las de vías urinarias; las cuales, por razones anatómicas, son mucho más comunes en el sexo femenino. Éstas son de tipo bacteriano, y se estima que representan más de ocho millones de consultas por año tan sólo en los Estados Unidos. Se las clasifica en infección de las vías urinarias bajas (cistitis y urititis) y de las vías urinarias altas, cuando afectan al riñón (pielonefritis). Los síntomas dependen de dónde se aloje el problema. En vías bajas, la paciente experimenta síntomas aparatosos como disuria, polaquiuria, nicturia y hematuria. La presencia de esos síntomas provoca que la paciente busque ayuda inmediata. En caso de infección en vías urinarias altas, los síntomas son náuseas, vómito, fiebre, escalofríos, ataque al estado general y, en los casos más graves, se puede presentar datos de septicemia, leucocitos muy elevados y dolor en la región lumbar con signo de Giordano positivo. Cabe resaltar que las infecciones urinarias bajas pueden evolucionar en un periodo aproximado de 36 horas a las vías urinarias altas, por lo que es recomendable poner énfasis en el diagnóstico y tratamiento.
2010-04-06 | 24,694 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 33 Núm.388. Marzo 2010 Pags. 1-4 Prescripción Médica 2010; 33(388)