Fragmento

La fibromialgia hace referencia a grupo de síntomas y trastornos músculoesqueléticos poco entendidos caracterizados fundamentalmente por dolor persistente, fatiga extrema, rigidez de los músculos, tendones y tejido blando circundante, y un amplio rango de otros síntomas, como psicológicos, trastornos del sueño, rigidez matutina y cefalea. Su diagnóstico se considera controvertido, ya que hay autores que no la consideran una enfermedad debido a la carencia de anomalías en la revisión física, los exámenes de laboratorio y estudios de imagenología. Aunque ha sido reconocida como un trastorno musculoesquelético y neuropsiquiátrico, las evidencias de investigaciones realizadas en las últimas décadas han puesto de manifiesto alteraciones en el sistema nervioso central que afectan a regiones del cerebro que pueden estar vinculadas tanto a los síntomas clínicos y a fenómenos descubiertos durante investigaciones clínicas. Epidemiología y etiología Se sabe que esta enfermedad se presenta más en mujeres que en hombres en una proporción de 10 a 1, y que podría afectar de 3 a 6% de la población general. Se observa mayoritariamente entre los 20 y los 50 años de edad, aunque existen casos de niños y adultos mayores que la padecen. Si bien las causas todavía no han sido bien aclaradas, se cree que puede ser agravada por estrés físico o mental, traumatismo físico, exposición excesiva a humedad o frío, sueño deficiente o padecer una enfermedad reumática. Muchos de los casos empiezan después de hechos puntuales, como infecciones víricas o bacterianas, aunque también puede aparecer sin ningún factor predisponente. Estudios de electroencefalografía (EEG) han demostrado que pacientes con fibromialgia presentan intrusiones en el sueño de onda lenta y que las circunstancias que interfieren con la etapa cuatro del sueño, tales como el dolor, la depresión, la deficiencia de serotonina, ciertos medicamentos o la ansiedad, pueden causar o empeorar el trastorno.

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2010-04-16   |   549 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 33 Núm.389. Abril 2010 Pags. 10-11 Prescripción Médica 2010; 33(389)