Autor: Díaz Torres José María
Cuando comienza el ocaso de la lozanía física y ésta se refleja en la cara, no pudiendo ser ocultado como en el resto de las partes del cuerpo y siguiendo fielmente el camino de la manzana de Newton, el paciente se resiste a aceptar su nueva situación aparente. Es entonces cuando acude a su Cirujano Plástico, el cual, con su arte la devolverá la alegría de la juventud, atrasándose el reloj del envejecimiento para el resto de sus días.
2010-04-26 | 821 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.1. Enero-Junio 2005 Pags. 42-44 Cir Estet Plas 2005; 1(1)