Síndrome doloroso lumbar

Autor: Carballo Junco José Antonio

Fragmento

Se estima que 90% de los odontólogos presentan un episodio de síndrome doloroso lumbar (SDL) a lo largo de su vida. Este problema es la principal causa de limitación física en sujetos menores de 45 años, con la consiguiente pérdida de días laborables que implica, tal como lo registran estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social, las cuales señalan también que los trastornos del torso y lumbares ocupan el séptimo lugar de los motivos de consulta en el primer nivel de atención, y el registro de que fueron la quinta causa de accidentes de trabajo durante 2009. La evaluación inicial de este tipo de pacientes debe contemplar la realización de un interrogatorio y examen físico dirigido; la presencia en estos procedimientos de signos de alarma se traduce en enfermedades sistémicas o patología ósea. Además, el examen neurológico debe comprender la fuerza muscular por miotoma (representación muscular de una raíz nerviosa), la sensibilidad por dermatoma (representación cutánea de una raíz nerviosa) y los reflejos miotáticos profundos (osteotendinosos). La correlación de estos tres aspectos identifica lesiones radiculares representativas para las raíces L4, L5 y S1. La prueba de la elevación de la pierna en extensión (Lassage) complementa los datos obtenidos de la exploración neurológica que en conjunto traducen lesión radicular. Se debe evaluar la justificación para la toma del estudio de rayos X, pues no es recomendado a menos que exista la indicación, aun cuando el cuadro tenga una evolución de seis semanas o más de evolución. Se sugiere que al confirmar el diagnóstico, con un inicio del dolor menor a 48 horas, el tratamiento sea: Frío local. El uso de compresas frías en las primeras 24 a 48 horas; su aplicación ayuda a reducir tanto la inflamación como el dolor por producir vasoconstricción local. Asimismo facilita el manejo del dolor, por la reducción del espasmo muscular y bloqueo de los impulsos nerviosos lo comunican al sistema nervioso central. La indicación es poner hielo en una bolsa de plástico y aplicarlo en la región lumbar por periodos de diez minutos de tres a cuatro veces al día; pero debe manejarse con extrema cautela ante sospecha de síndrome de cauda equina o lesión medular secundaria a lesión traumatológica u oncológica, déficit neuromotor súbito con pérdida del control de esfínteres, alteraciones de la sensibilidad o la fuerza de las extremidades inferiores, infecciones de vías urinarias, shigelosis, salmonelosis, etc.

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2010-05-17   |   2,025 visitas   |   70 valoraciones

Vol. 6 Núm.70. Mayo 2010 Pags. 2 Odont Moder 2010; 6(70)