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Fragmento

Vasoespasmo. Terapia hipertensiva e hipervolémica. Clinical response to hypertensive, hypervolemic therapy and outcome after subarachnoid hemorrhage. Frontera, J.A., et al. Neurosurgery 2010; 66: 35-41. El vasoespasmo sigue siendo una amenaza en las hemorragias subaracnoideas. Sólo la nimodipina se ha mantenido como terapia eficaz para reducir el riesgo de vasoespasmo. La fiebre posthemorragia subaracnoidea es un signo ominoso cuando se asocia con el vasoespasmo, pero no se ha demostrado que el control de la hipertermia mejore el pronóstico. Otros estudios farmacológicos tampoco se han mostrado eficaces. El vasoespasmo se asocia a la reducción del flujo sanguíneo cerebral. La terapia de las tres H (hipervolemia, hipertensión y hemodilución) se convirtió en el paradigma del tratamiento del vasoespasmo. Después de la hemorragia se afecta la autorregulación, por lo cual el flujo depende de la presión arterial y del volumen vascular. Cuando el flujo disminuye hay peligro de isquemia, sobre todo en zonas marginales, mal perfundidas.

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2010-05-17   |   614 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 21 Núm.2. Marzo-Abril 2010 Pags. 180-194 Neurocirugía 2010; 21(2)