Autores: Castrillón Gutiérrez Sofía, Galvis Bernal Lina, Zapata Villa Alejandra
En el siglo XIX Paul Pierre Broca descubre el primer centro cerebral del lenguaje, al que conocemos como el área de Broca. Este descubrimiento fue vital para establecer una clasificación del síndrome neuropsicológico por excelencia: la afasia. Años después, en el siglo XX, el psicólogo y neurólogo A.R. Luria perfecciona varias técnicas para estudiar el comportamiento de las personas que padecieran algún tipo de lesión en el sistema nervioso central. Luria completó una batería de pruebas psicológicas diseñadas para establecer las afecciones en los procesos psicológicos: atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, praxias, gnosias, cálculo, etc. La aplicación de esta batería ofrecía al neuropsicólogo los datos necesarios para que fuese capaz de localizar el lugar y la extensión de la lesión, así como un resumen detallado de todas las dificultades, especialmente cognitivas, del sujeto afecto de una lesión neurológica. La Neuropsicología procede de la neurología clásica y se ha desarrollado con el aporte de las neurociencias y de la psicología contemporánea. Su objetivo esencial es estudiar las relaciones existentes entre la actividad cerebral y las funciones psicológicas superiores (atención, gnosias, praxias, lenguaje, memoria, etc.). Puesto que aborda las funciones corticales superiores humanas, una de sus fuentes principales de conocimiento proviene del estudio minucioso de la desorganización de esas funciones complejas cuando lesiones orgánicas de distinta etiología, como la epilepsia, afectan el cerebro.
2010-05-27 | 1,360 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 17 Núm.1. Marzo 2010 Pags. 55-63 Neurocien Colom 2010; 17(1)