Autor: Grenoville Mario
En la década de 1980 surgieron evidencias, a partir de estudios realizados en pacientes adultos asmáticos, de que la hiperreactividad bronquial se debía a un proceso inflamatorio crónico que afectaba las vías aéreas. Desde entonces, uno de los objetivos en el cuidado del paciente asmático fue establecer el diagnóstico y el tratamiento tempranos para prevenir las consecuencias desfavorables de toda enfermedad inflamatoria crónica. Para los pediatras, este fue un especial desafío, por tener que asumir, muchas veces sin las evidencias necesarias, que las sibilancias recurrentes en el lactante eran la primera manifestación del asma. Los consensos sobre asma realizados desde 1988 hasta la fecha no pudieron distinguir de manera adecuada la situación especial de los niños pequeños y, en términos generales, los criterios de tratamiento se extrapolaron de los del adulto y se basaron en opiniones de expertos. Este problema continúa siendo motivo de estudio y las investigaciones muestran un cuerpo de evidencias débiles que dejan abierto el debate y motivan este comentario.
2010-05-28 | 831 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 108 Núm.3. Mayo-Junio 2010 Pags. 197-199 Arch Argent Pediatr 2010; 108(3)