Rosa, 25 años A Rosa no le es fácil hablar del tema, por sus tres hijos; prefiere cambiar su nombre y guardar el anonimato. En el año 2009 ingresó a su niña de 9 años al hospital por una complicación en su salud, la pequeña presentaba mucha fiebre, dolor de cabeza y llagas en el cuerpo, de inmediato le hicieron los análisis y el diagnóstico fue positivo, el VIH, estaba alojado en su sistema inmunológico y le empezaba a complicar su salud. Al poco tiempo los mismos síntomas se repitieron en su esposo, el cual meses después falleció, cuando se le detectó la enfermedad ya era muy tarde, las complicaciones por el virus de VIH y la enfermedad del SIDA estaban muy avanzadas. Para Rosa esos meses no pudieron ser peores al encontrarse al mismo tiempo en su tercer embarazo, a ella también se le realizaron los exámenes habituales, dos semanas después supo que también era portadora del VIH y su sorpresa fue mayor cuando al practicarle la prueba a su otra hija, de 7 años, la menor también resultó positiva. Esta es la historia de una familia en la que todos sus miembros son portadores del VIH. Al principio no quise saber cómo lo había contraído, pero mi marido se realizó los estudios y resultó también positivo. Antes de morir me contó que había tenido una relación estramarital”. Sin embargo, al parecer, mis hijos, adquirieron el virus durante mi embarazo.
2010-06-03 | 1,515 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 3 Núm.12. Marzo-Abril 2010 Pags. 20-21 Rev Sal Quintana Roo 2010; 3(12)