Antecedentes: La rotura prematura de membranas es un suceso normal del trabajo de parto y puede ocurrir antes o después del inicio de las contracciones. Los factores clínicos asociados con la rotura prematura de membranas incluyen: situación socioeconómica baja, índice de masa corporal bajo, embarazos pretérmino previos, tabaquismo, infecciones de trasmisión sexual y de las vías urinarias, conización, cerclaje cervical y amniocentesis. Objetivo: Evaluar si el óvulo de liberación prolongada de PGE2 es superior al gel de dinoprostona para lograr la madurez cervical en pacientes con embarazo a término y rotura prematura de membranas. Material y método: Estudio clínico efectuado en la unidad de toco cirugía, en un periodo de seis meses, con una muestra estimada de 50 pacientes divididas en dos grupos, incluidas con asignación al azar mediante tabla por bloques. En la valoración previa se confirmó la rotura de membranas, puntaje de Bishop y cumplimiento de los criterios de inclusión. Al grupo A se le aplicó intracervicalmente PGE2 en gel de 0.5 mg con un máximo de tres dosis cada seis horas. Al grupo B se le administró PGE2 en óvulo vaginal en dosis única para 24 horas. Las pacientes permanecieron 30 minutos en reposo con monitorización cardiotocográfica, por lo menos dos horas posteriores a la aplicación. Resultados: El promedio de tiempo de maduración fue de 310.59 minutos con una desviación estándar de 198.7. Se concluye que no hubo diferencias significativas entre el inicio de la actividad uterina y el comienzo del trabajo de parto entre la dinoprostona de liberación prolongada y la alternativa con gel para la maduración cervical. Conclusiones: Cualquiera de las dos presentaciones es una buena opción para madurar el cuello uterino en pacientes con embarazo de término y rotura prematura de membranas.
Palabras clave: Dinoprostona (óvulos y gel) maduración cervical embarazo de término rotura prematura de membranas.
2010-06-04 | 1,509 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 78 Núm.2. Febrero 2010 Pags. 110-115 Ginecol Obstet Méx 2010; 78(2)