Autor: Peláez Mendoza Jorge
El uso continuo de anticonceptivos hormonales activos mediante la inserción del sistema intrauterino liberador de progestágenos (Levonorgestrel) ha sido de gran utilidad, pues además de la deseada acción anticonceptiva se le añade un efecto positivo de utilidad para el manejo de algunas afecciones ginecológicas, como son la endometriosis, fibromatosis uterina y ciertas disfunciones menstruales, a los que se han ido agregando recientemente nuevas indicaciones. Objetivo: Evaluar la utilidad del SIU liberador de Levonorgestrel (Mirena) en el manejo de las metrorragias y otras afecciones ginecológicas. Métodos: Se realizó un estudio prospectivo, longitudinal, descriptivo que incluyó a 19 pacientes a las que se les insertó Mirena con el propósito de tratar las metrorragias y otras afecciones ginecológicas, en el período de tiempo comprendido entre el 1º de enero de 2003 al 31 de diciembre de 2008. Las pacientes incluidas en el estudio se evaluaron semestralmente mediante interrogatorio, examen clínico, estudios hematológicos y ecografía. Resultados: Encontramos una notoria reducción del flujo menstrual, aquellas con más de 12 meses de uso presentaron un incremento de 1½ gr en las cifras iniciales de hemoglobina. Las pacientes con miomas lograron discreta reducción tumoral y control de las metrorragias en tanto se comprobó una reducción en las masas quísticas y los síntomas en las pacientes con endometriosis, en tanto logramos un endometrio lineal en las pacientes en terapia de reempalzo hormonal (TRH). Conclusiones: Los efectos adversos más reportados fueron los relacionados a la acción local del progestágeno sobre el endometrio como son el spotting y la amenorrea, de forma excepcional se reportaron calambres en miembros inferiores, hasta la fecha ninguna usuaria ha interrumpido la utilización de Mirena.
Palabras clave: Anticonceptivos en regímenes extendidos sistema intrauterino liberador de levonorgestrel metrorragias Mirena.
2010-06-16 | 1,310 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 36 Núm.2. Abril-Junio 2010 Pags. Rev Cubana Obstet Ginecol 2010; 36(2)