Autor: Martínez Pachón Óscar Andrés
Introducción Las fístulas en Ginecología constituyen una patología que ha venido disminuyendo a lo largo del tiempo. En los países no desarrollados aún son causa frecuente de consulta médica y de intervenciones quirúrgicas mientras que en los países desarrollados ha decrecido gracias a los manejos ginecológicos y obstétricos actuales. Es una patología que causa problemas psicosociales a la paciente, más aún cuando se trata de pacientes jóvenes que tienen que vivir con este problema toda su vida. El término fístula implica una comunicación anómala entre dos superficies epiteliales, son más difíciles de tratar que de diagnosticar, sin embargo, el diagnóstico debe ser lo más completo y preciso posible, por lo que es esencial la realización de una historia clínica cuidadosa y detallada, así como el examen físico y la realización de estudios complementarios como los urográficos, y en algunas ocasiones la única forma de determinar la topografía y la causa de la lesión es por medio de la exploración quirúrgica. El cuadro clínico de una fístula urinaria no siempre difiere del producido por otras patologías, depende del tipo y situación, ya que los síntomas pueden simular infección, litiasis u obstrucción del tracto urinario. Las fístulas urogenitales representan una de las principales preocupaciones dentro de los servicios de Ginecología y Urología, se caracterizan por la formación de un contacto entre los aparatos urinario y genital femenino. En la práctica son relativamente comunes, y preferentemente se originan por lesiones iatrógenas de la vía urinaria, en el curso de intervenciones ginecológicas.
2010-06-28 | 1,916 visitas | 2 valoraciones
Vol. 17 Núm.107. Mayo-Junio 2010 Pags. 22-36 GINECO 2010; 17(107)