Autores: Grillo Roxana L, Mangone Carlos A
Introducción: El principal motivo de institucionalización de pacientes dementes son los trastornos conductuales debido a la sobrecarga experimentada por el cuidador, los cuales conllevan mayor gasto económico por parte de la familia y de los sistemas de salud. Objetivos: considerar si los perfiles de personalidad premórbida pueden identificarse como factor de riesgo para desarrollar demencia degenerativa o vascular. Materiales y métodos: Se evaluaron 29 pacientes con demencia tipo Alzheimer presintomáticos (PTA) (75.8% mujeres; 24.2% hombres). Edad: X 55.9 años (± 9.9), educación: X 12.7 años (± 4.4) y 13 pacientes con deterioro cognitivo vascular no demencial (vDCL) (61.6% mujeres; 38,4% hombres). Edad: X 66.3 años (± 7.4), educación: X 9.2 años (± 4.1), con una batería neuropsicológica (MMSE; ADAS; Escala de Demencia Blessed; Escala de valoración de depresión de Hamilton) y estadificados conforme al nivel de deterioro con CDR (Hughes). Se evaluaron rasgos de personalidad de forma directa a través del NEO-FFI correlacionándose las variables de ambos grupos con este resultado. Las diferencias estadísticas se evaluaron según SPSS, versión 12, valorándose las diferencias entre las variables de ambos grupos con el test de Wilcoxon (para variables no paramétricas) y se utilizó la matriz de correlación intervariables con los coeficientes de Pearson. Resultados: Las mujeres con PTA presentaron nivel de neuroticismo elevado respecto de toda la población. Los hombres con vDCL presentaron bajo nivel de apertura respecto del resto de la población estudiada. Conclusión: La evaluación directa de la personalidad premórbida mostró neuroticismo elevado en mujeres con PTA y bajo nivel de apertura en hombres afectos de vDCL. Estos datos muestran ligeras diferencias con la metodología indirecta reportada en la literatura internacional.
Palabras clave: Demencia factor de riesgo personalidad premórbida.
2010-07-08 | 2,208 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 35 Núm.1. Enero-Marzo 2010 Pags. 8-13 Rev Neurol Arg 2010; 2(1)