La úlcera gástrica es la pérdida de la integridad de la mucosa del estómago lo cual se produce por un defecto local a causa de inflamación activa. Se origina cuando el efecto cáustico del ácido y la pepsina, superan los mecanismos protectores de la mucosa. Las úlceras pépticas se suscitan por la pérdida del balance entre agentes agresores y protectores de la mucosa. Existen varios mecanismos que evitan el desarrollo de úlceras gástricas como son la capa de moco y bicarbonato, la barrera epitelial, uniones celulares estrechas, flujo sanguíneo y restitución celular. Si estos mecanismos no funcionan bien, la mucosa se vuelve sensible. El paciente con úlcera gástrica suele presentar gastritis crónica, superficial y atrófica, cuyos síntomas son: dolor quemante o lacerante en epigastrio, sensación dolorosa mal definida, impresión de ‘vacío’ o ‘hambre’ dolorosa y náusea. El patrón de la dolencia se desencadena al comer alimentos, en el lapso de una a cuatro horas posteriores a su consumo; es frecuente que los malestares se manifiesten entre la media noche y las dos de la mañana, derivados del consumo de comidas abundantes o ingesta de fármacos. Esto ocasiona que el paciente tema engullir, lo cual le provoca pérdida de peso. De esta forma la variación en la intensidad o distribución del dolor abdominal, así como los malestares de náusea, vómito, e incluso ambos, pueden ser indicadores de una úlcera. La complicación más frecuente es el sangrado, el cual se presenta en 15% de los casos, siendo más común en personas mayores de 60 años.
2010-07-15 | 760 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 33 Núm.391. Junio 2010 Pags. 1 y 3 Prescripción Médica 2010; 33(391)