Autor: Hernández Porras Marte
Esta bacteria, también denominada como neumococo, y que ha reportado la existencia de 93 serotipos, es responsable de una gran variedad de infecciones tanto de tipo respiratorio (como bronquitis, otitis media y sinusitis), como invasivas (tales como neumonía, bacteriemia, sepsis) y del sistema nervioso central (como meningitis y meningoencefalitis), sobre todo en niños menores de cinco años; siendo estas últimas la principal causa de muerte y las cuales se pueden evitar por medio de la vacunación. Se estima que 30% de la población es portadora de este microorganismo, el cual se puede trasmitir a personas susceptibles de desarrollar la infección, especialmente menores de cinco años y mayores de 65 años de edad. Lo anterior sucede de manera interpersonal, a través de gotitas de saliva que el portador, sano o enfermo, expulsa al toser o al hablar. Infecciones virales de vías respiratorias superiores, incluida la gripe de la influenza, pueden predisponer a las de tipo neumocócico, y si bien la máxima prevalencia se observa durante el invierno, también se pueden presentar en cualquier mes del año. Asimismo, la incidencia y gravedad de éstas aumenta en individuos con inmunodeficiencia humoral adquirida o congénita, infección por VIH, ausencia o deficiencia de la función esplénica o anormalidades innatas de la respuesta inmune. El potencial infectante de esta bacteria es debido a la cápsula de polisacáridos complejos que la recubren, lo cual le ha permitido evadir la respuesta inmune del huésped susceptible; asimismo, esa cápsula ha servido para clasificarla en más de 90 serotipos diferentes, y a esto se debe que se pueda identificar a los más patógenos, resistentes y emergentes.
2010-07-20 | 4,029 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 33 Núm.392. Julio 2010 Pags. 1-3 Prescripción Médica 2010; 33(392)