Apoplejía, medidas a seguir

Autor: Vidal Fernández Emilio

Fragmento

También conocida como accidente cerebrovascular, esta patología se describe como una lesión ocurrida en alguna parte del encéfalo a causa de una interrupción del suministro sanguíneo debido al bloqueo o ruptura de algún vaso, y se clasifica según la causa que la haya provocado. Se la denomina isquémica cuando se debe al bloqueo de un vaso por un coágulo. Éste puede formarse en una arteria muy estrecha, o bien es posible que se desprenda de alguna otra parte del organismo y se traslade al cerebro, donde genera una embolia. Asimismo, también se asocia con obstrucción de las arterias a causa de la aterosclerosis, ya que el colesterol y otras sustancias se acumulan en el endotelio formando placas. Esto dificulta el flujo sanguíneo, ocasionando que la sangre se coagule. Cabe destacar que este cuadro también se presenta debido a trombos que se forman en el corazón, los cuales tapan las arterias cerebrales. Si el accidente cerebrovascular se presenta en personas menores de 40 años, se asocia con ruptura del revestimiento de la arteria carótida. Ahora bien, cuando la apoplejía es de tipo hemorrágico, es causada por el debilitamiento y ruptura de un vaso cerebral, lo que produce que la sangre se riegue en el cerebro. En este contexto, conviene aclarar que hay personas que tienen defectos en dichos conductos, condición que las hace más susceptibles a este tipo de lesión. Pero ¿por qué se presenta este problema? Debemos tener presente la existencia de diversos factores de riesgo, entre los que destacan, en primer lugar, la hipertensión arterial, seguida de diabetes mellitus, antecedentes familiares de la patología, cardiopatías, dislipidemias, aumento de la edad y la administración de ciertos medicamentos (con acción coagulante). Otros factores que también condicionan la apoplejía, específicamente la de tipo hemorrágico, incluyen el consumo de alcohol y cocaína, trastornos hemorrágicos y traumatismo craneal.

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2010-07-20   |   1,221 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 33 Núm.392. Julio 2010 Pags. 12 Prescripción Médica 2010; 33(392)