Autor: Ugalde Loredo Juan Carlos
La atención del trauma ha evolucionado al igual que otros aspectos de la medicina y la cirugía a través de los años, los avances obtenidos en los conflictos bélicos a través del tiempo han beneficiado a la población civil. Los fenómenos naturales, como los terremotos, y recientemente el maremoto, permiten poner en practicar los conocimientos adquiridos a través del tiempo, pero también han permitido realizar cambios importantes en el manejo de las personas gravemente lesionadas. La organización de la asistencia traumatológica en todas sus fases es la clave para una atención eficaz, la valoración prehospitalaria debe ser adecuada y precisa, los esfuerzos de reanimación en trayecto, el conocimiento de las alteraciones fisiológicas secundarias al traumatismo y el manejo de éstas mediante líquidos y fármacos apropiados, han logrado prolongar la supervivencia de estas personas, de tal forma que actualmente representan un desafío para cualquier cirujano que atiende pacientes traumatizados. Debido a los avances tecnológicos, los médicos tienen que revalorar continuamente los métodos de tratamiento, y deben estar dispuestos a recibir y admitir ideas nuevas. Diversas técnicas diagnósticas como tomografía, sonografía, arteriografía, e incluso la urografía intravenosa y determinaciones de amilasa han ejercido un profundo efecto sobre la toma de decisiones. Actualmente cada vez más médicos se convencen de que cualquier medida terapéutica es preferible a un método quirúrgico, de modo que buscan con ahínco técnicas no quirúrgicas. Los adelantos en el cuidado perioperatorio han sido muy importantes, el uso de antibióticos cada vez más efectivos, el sostén nutricional y la vigilancia continua fisiológica constituyen parte integral de un buen cuidado del herido.
2010-09-08 | 487 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 8 Núm.2. Mayo-Agosto 2005 Pags. 31 TRAUMA 2005; 8(2)