Sobre la prevención del ACV Del ACV no cardioembólico

Autor: Enrique Pérez Germán

Fragmento

En recientes publicaciones la ACN ha abordado los interesantes tópicos del tratamiento y los factores de riesgo de la enfermedad cerebrovascular; aunque pareciera que en ambos campos todo está dicho, recientes comunicaciones científicas y foros inter¬nacionales han agregado información que parece destinada a cambiar el hábito de prescripción de los neurólogos, los internista y los médicos generales cuando menos. La publicación de Silva y asociados, sin duda generara controversia en cuanto a factores de riesgo se refiere. En el campo de los antiagregantes se conserva el ancestral papel del ácido acetilsalicílico (ASA), consolidado desde remota época y refrendado con recientes estudios de diseño metodológico adecuado, conocidos como CAST e IST, para no mencionar las diversas ocasiones en que el grupo Colaborativo de los Antiplaquetarios lo ha confirmado y que permi¬ten recomendar con toda certeza (o recomendación A, como se usa ahora), el suministro de ASA en el ataque cerebrovascular isquémico agudo, tan pronto como el paciente lo pueda deglutir con seguridad. Incluso las guías de la Americam Stroke Association-AHA sugieren que puede recurrirse a vías menos amables, pero igualmente seguras, en caso de disfagia severa Quizás la única incógnita, a veces real a veces ficticia, recae sobre la dosis que se ha de prescribir. Las muy variadas revisiones, los diferentes meta-análisis y las diversas guías norteamericanas o europeas, indican que 100 mgr/día por vía oral con una dosis inicial de 325 mg, reducen de manera satis¬factoria el riesgo de muerte o discapacidad a corto plazo, y el de recidiva en el largo plazo.

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2010-09-09   |   617 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 26 Núm.2. Enero-Marzo 2010 Pags. 59-61. Acta Neurol Colomb 2010; 26(2)