Placa y el arte, Entre el sueño y la realidad

Fragmento

Alejandro Dorantes, cuyo orden de vida es la búsqueda, se inicia como descriptivo, con momentos de clasicismo. Deforma la realidad para llegar a la abstracción. En el caos contra él. La meta es lograr una vida plena, libre de las ideas encuentra la posibilidad de la existencia. Sabe que a cada ser pensante lo rodea ese caos, que lo encarcela, lo inmoviliza para siempre si no lucha, carente de cadenas atávicas, sin líneas que marquen límites al potencial del ser humano. En tal lenguaje se identifica la mayor parte de su obra pictórica, plasma más la esencia que el color, lo que explica que su primera obra sea monocromática, con la cual incursiona en bienales, como la de Cuba–en el Teatro Heredia de Santiago de Cuba, el más importante de la Isla. Otra, en La Habana, en la Galería Canet, y más tarde en la Universidad de Ciencias Sociales y Económicas y en la Galería de la Nación de Arte Internacional, de Argentina. En ambas naciones fue galardonado en dibujo.

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2010-10-05   |   984 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 2 Núm.3. Julio 2010 Pags. 13 PACAL MEDLAB 2010; 2(3)