Muertes maternas por infecciones puerperales

Autor: Rodríguez Angulo Elsa María

Fragmento

Desde hace más de dos décadas, la Organización Mundial de la Salud ha subrayado la necesidad apremiante de atender, por parte de los diferentes países, el llamado a reducir los casos de muerte de mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio. En 1987, la Conferencia Internacional de Maternidad Segura, llevada a cabo en Kenya, dejó clara la evidencia de altas tasas de muertes maternas que devastaban a los países en vías de desarrollo y de la crisis de la mujer embarazada. Como resultado de esta conferencia, se acordó poner en marcha la Iniciativa de Maternidad Segura, la cual establece que, para prevenir la muerte de una mujer cuando el parto se complica, se requiere la disponibilidad de personal y equipo especializados de emergencia obstétrica. La iniciativa propuso la meta de reducir al 50% la mortalidad materna para el año 2000; se promovió el control prenatal y el entrenamiento para la atención del parto tradicional. Sin embargo, la meta no se cumplió y el compromiso fue refrendado en el quinto objetivo del nuevo milenio, que estima reducir la tasa de muerte materna al 75% para el año 2015. En varios países de América Latina, las disposiciones de las autoridades de salud para mejorar la accesibilidad de la atención a la mujer embarazada han aumentado la demanda del servicio de maternidad (Seguro popular), pero se ha subestimado la infraestructura hospitalaria y los recursos humanos especializados, que son necesarios para atender el parto en condiciones de calidad. Además, las características socioculturales de las mujeres no han sido tomadas en cuenta en el momento de prestar el servicio.

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2010-10-14   |   1,116 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 21 Núm.2. Mayo-Agosto 2010 Pags. 85-87 Rev Biomed 2010; 21(2)