Autores: Alfaro de la Vega Guillermo, Castelazo Ayala Luis, Fernández Doblado Raúl
La toxemia gravídica constituye, según muestran la totalidad de los estudios estadísticos, una de las causas más frecuentes de muerte materna y fetal; en numerosos centros hospitalarios es la entidad que determina la mayor incidencia en la mortalidad de la madre y el feto durante el estado grávido-puerperal. Entraña, a no dudarlo, la complicación que más incógnitas ofrece en toda la Obstetricia; su etiología se ignora totalmente y los conocimientos que se tienen sobre su patogenia y fisiopatología son fuertemente discutidos y están muy lejos de deparar al clínico bases sólidas en qué asentar una terapéutica segura. La Obstetricia ha tenido en las últimas tres o cuatro décadas progresos sorprendentes, pero desgraciadamente los adelantos no han alcanzado a esta enfermedad en el grado que a los demás problemas obstétricos y la mujer toxémica sigue cargando el fardo de nuestra incapacidad e ignorancia. El tratamiento ha sido siempre y casi en su totalidad empírico y sintomático como corresponde a una enfermedad cuya causa se ignora y en la que los conocimientos sobre los mecanismos de producción de sus manifestaciones están sustentados en una base frágil, constituida por débiles argumentos científicos y preñada de incógnitas y dudas. En la actualidad, y merced a las copiosas investigaciones que constantemente se realizan sobre todos los aspectos problema de la toxemia del embarazo, es posible trazar lineamientos terapéuticos que si bien algunos continúan siendo empíricos, otros ofrecen sólidos fundamentos y resultados prácticos mejores.
2010-10-19 | 1,438 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 78 Núm.7. Julio 2010 Pags. 371-397 Ginecol Obstet Méx 2010; 78(7)