Autor: Yarmuch G Julio
Una de cada 50 mujeres presentará durante su embarazo dolor abdominal potencialmente quirúrgico. Una de cada 600 mujeres embarazadas requerirá de cirugía abdominal no obstétrica durante el embarazo. Existen algunas diferencias en la fisiología y su respuesta al stress anestésico-quirúrgico, en presencia de embarazo. A nivel cardiovascular se produce aumento de gasto cardíaco cercano al 40% y taquicardia, lo que se traduce en hiperdinamia. A ello se agrega el aumento progresivo de la presión intraabdominal por el crecimiento uterino, lo que provoca compresión de la vena cava y disminución del retorno venoso. Todo ello facilita la hipotensión arterial de la madre, con riesgo de hipoxia fetal. Es conocido que el embarazo induce un estado de hipercoagulabilidad por aumento de factores de coagulación y disminución de fibrinolísis. Ello unido a la compresión de cava aumenta posibilidad de trombosis venosa profunda (TVP) con eventualidad de embolía pulmonar (EP) en 5 veces, con una mortalidad que puede llegar a 15%. En la esfera digestiva alta, el embarazo disminuye la presión del esfínter esofágico inferior, lo que unido al progresivo aumento de la presión intraabdominal, facilita el reflujo gastroesofágico, factor de importancia en estas pacientes, por el aumento de la posibilidad de aspiración de contenido gástrico durante la inducción o mantención de la anestesia.
2010-10-29 | 697 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 62 Núm.5. Septiembre-Octubre 2010 Pags. 520-524 Rev Chil Cir 2010; 62(5)