Un medicamento ancestral:

Ácido acetilsalicílico (Aspirina®

Autor: Joya Cervera Raúl E

Fragmento

Durante varios siglos, diferentes culturas reconocieron el efecto medicinal de varias plantas, entre ellas, de la corteza del sauce. A mediados del siglo XVIII, el reverendo Edmond Stone de Inglaterra describió en una carta al presidente de la Royal Society un “relato del éxito obtenido con la corteza del sauce para curar la fiebre intermitente”. Como el sauce crece en áreas húmedas, “donde esta fiebre es muy abundante”, Stone supuso que tal vez poseyera propiedades curativas adecuadas para esa condición. El ingrediente activo de la corteza del sauce era un glucósido amargo llamado salicina, aislado por primera en forma pura por Leroux, en 1829, quien también demostró sus acciones antipiréticas. Por hidrólisis, la salicina produce glucosa y alcohol salicílico. Éste puede convertirse en ácido salicílico, ya sea in vivo o por manipulación química. El salicilato de sodio se utilizó primero para el tratamiento de la fiebre reumática y como antipirético en 1875 y pronto siguió el descubrimiento de sus efectos uricosúricos y su utilidad en el tratamiento de la gota. El enorme éxito de esta droga motivó a Hoffman, un químico empleado por Bayer, a preparar ácido acetilsalicílico (AAS) sobre la base del trabajo previo, pero olvidado, de Gerhardt en 1853. Después de la demostración de sus efectos antiinflamatorios, este compuesto fue introducido en la medicina en 1899 por Dreser con el nombre de Aspirina®. Se dice que el nombre era un derivado de Spiraea, una especie vegetal de la que una vez preparó AAS. Los salicilatos sintéticos desplazaron pronto a los compuestos, más costosos, obtenidos de fuentes naturales. En los primeros años del siglo XX, se conocían las principales acciones terapéuticas de la Aspirina®. Hacia el final del siglo XIX se descubrieron otras drogas que compartían algunas de estas acciones o todas ellas (p. ej. acetaminofén). A pesar de la introducción de muchas drogas nuevas, la Aspirina® aún es el agente analgésico-antipirético y antiinflamatorio más prescripto y es el estándar para la comparación y evaluación de otros.

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2010-10-29   |   1,376 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 70 Núm.4. Julio-Agosto 2010 Pags. 197-198 Rev Mex Urol 2010; 70(4)